Las habilidades del ladrón quedan en entredicho con esta noticia, pero también las de la policía. El suceso tuvo lugar la semana pasada al sur de California, donde la policía detectó en las inmediaciones de un puesto de control de alcoholemia, a un vevículo Ferrari 458 Spider negro de 2014, valorado en unos 250.000 dólares, sobre el que existía una denuncia por robo. Aunque los agentes del cuerpo de Policía de Fontana dieron el alto al conductor, identificado como Earny Hooks, aunque logró escaparse abandonando el vehículo, que fue llevado al depósito policial.
Pero a las tres de la madrugada del mismo día alguien robó el Ferraro del patio donde guardan este tipo de vehículos incautados. Hooks fue arrestado cinco días más tarde mientras conducía el Ferrari en su vecindario, Studio City. Earny Hooks fue inmediatamente puesto a disposición judicial, aunque se declaró inocente de los cargos de robo de vehículo y resistencia a la policía.
